Segundo Día:
La caridad hacia los jóvenes es una expresión esencial de solidaridad y compromiso con el futuro. A través del apoyo emocional, educativo y material, se les brinda herramientas para superar desafíos y desarrollar su máximo potencial. Esta práctica no solo transforma vidas individuales, sino que también fortalece comunidades al fomentar valores como la empatía, el respeto y la igualdad de oportunidades. Actuar en beneficio de los jóvenes es una inversión directa en un mañana más justo y esperanzador.